Manejo de la cuarentena cuando se tienen familiares en la cárcel

Una psicóloga aconseja a familiares que sienten angustia ante la incertidumbre y los riesgos a los que esta población pudiera estar expuesta por el COVID-19

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Ante los retos para evitar que el COVID-19 entre a las cárceles de Puerto Rico, el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) ha activado una serie de protocolos para minimizar la posibilidad de contagios en la población penal, entre ellas: un ajuste en las visitas de familiares, el ingreso de reclusos y el cernimiento a empleados, entre otras medidas.

Si bien es cierto que al día de hoy no se ha detectado el virus en ningún confinado, de los cerca de 8,500 que tiene el sistema correccional del país, también lo es que a través de las redes sociales ha proliferado el sentir de los familiares ante la incertidumbre y los riesgos a los que esta población pudiera estar expuesta.

Ante tal situación, la psicóloga clínica Julimar Sáez Colón, quien desde el 2009 lleva trabajando con la población de confinados y desde el 2013 con sus familiares, indica que a diario y de manera constante a través de su red social y una iniciativa llamada Amando a través de la rejas recibe mensajes de familiares con ansiedad, frustración, tristeza e impotencia; emociones básicas en este proceso con las que hay que trabajar para poder manejarlas.

Es por tal razón que Sáez Colón, quien además pertenece a la facultad adjunta de la Universidad Carlos Albizu, ofrece algunas recomendaciones para los familiares de los confinados:

Evita estar sobreexpuestos a la información. Lo primero es identificar un espacio en el día para que sea el momento en el que te conectes y evalúes la información que se compartió solo en el DCR y los medios noticiosos. El limitarlo a un solo momento al día, te mantendrá con más tranquilidad y minimizas los síntomas de ansiedad.

“Ahora mismo hay 32 cárceles funcionando en Puerto Rico. De esas, todas tienen un manejo distinto. Así que si yo empiezo a comparar la realidad de un confinando versus otra, entonces en las redes sociales eso va a generar y a aumentar los síntomas de ansiedad”, aconseja.

Mantenerse de manera consciente. ¿Cómo hacerlo? Enfócate en la realidad de tu ser querido. Cuando este se comunique por teléfono, que tus emociones respondan a lo que la persona te está comunicando. No hables sobre todo lo que se comenta en las redes sociales para que no surja una ambivalencia de emociones. Hazle preguntas tales como: “¿Estás bien?” y “¿Comiste?”.

“Aunque saben que Corrección está empleando un protocolo, por otro lado sienten que las medidas tomadas son ineficientes y no funcionan. Así que es importante que se enfoquen en el momento presente y en su familiar nada más. Dejarse llevar por la información que da el confinado. Si identificas que este expresa que le están violando sus derechos, que hay unas cosas que se van de su control, entonces el familiar debe usar los canales correspondientes para denunciar esa situación”, exhorta.

Evita los pensamientos catastróficos y negativos. Si el confinado no te está diciendo nada de lo que lees en las redes sociales, evita esos pensamientos de lo que no tienes certeza que está ocurriendo. De lo contrario, puedes generar inestabilidad emocional cuando dentro de todo posiblemente tu familiar está bien dentro en la institución.

“Dentro del reto que ya esto conlleva, mejor procurar que su familiar está estable, si se alimentó, si está seguro y tiene salud. Ese debe ser el enfoque”, señala.

Maneja tus emociones. Como familiar de un confinado o confinada, quítate de la mente que debes ser fuerte para que ese ser querido no se descompense en la cárcel. Permítete sentir las emociones. Busca a alguien de apoyo, escribe o simplemente siéntate a llorar si es lo necesario y continúa durante el día evitando ese bombardeo de pensamientos constantes de que va a estar mal o de que algo malo va a pasar.

“Tener que ser fuerte no es real. Para efectos de toda la población, no tenemos que ser fuertes, sino tener fortaleza. Cuando yo soy fuerte, reprimo mis emociones. Es bien importante que identifiquen a una persona de apoyo, y si no la tuvieran, escoger un momento al día que sea ese espacio para pensar en todas las frustraciones y en todas las emociones incómodas que la situación está generando, tales como: tristeza, frustración, coraje e impotencia”, expresa.

Si tienes menores de edad, háblales de lo que está ocurriendo de una manera simple. Explícales -según las etapas de desarrollo- sin llevar un mensaje que en donde está papá, abuelo, mamá o tío, por ejemplo, no se están haciendo las cosas bien o de que se va a enfermar. Ese tipo de información les genera preocupación.

“Los niños están ahora mismo aprendiendo y estudiando desde la casa. Están en espacio encerrados, por lo que en la actualidad no necesitan tener información que les preocupe. Es importante decirles, ‘es verdad, nuestro ser querido no está aquí con nosotros, pero en donde está se lava las manos, mantiene distancia de la gente y se encuentra bien’. Es de la manera enque los niños van comprendiendo. Evita hacer expresiones frente a los niños que responden más bien a las frustraciones y preocupaciones que puedas tener como adulto. Hay que hablar de emociones con los nenes también”, asegura.

Ofrece tiempo de calidad en la llamada con el confinado. Cuando hay situaciones de crisis y los familiares llaman, no te enfoques en la frustración, lo negativo y en pelear refiriéndote a lo que está haciendo el DCR. Aprovecha el tiempo, que puedan conversar los niños y la familia. Durante el día, haz una nota de las cosas que quisieras hablar para que no se te olviden y vayas al grano, cosas que quisieras discutir y que no sea necesariamente del tema del coronavirus.

“Ahora mismo, los confinados tienen derecho a dos llamadas gratis semanales de 5 minutos. Usualmente las llamadas cuestan 21 centavos por minuto. Así que, en esta llamada, con los niños se pueden aprovechar y hacer cosas de tiempo presente. Que les cuenten de la rutina que están llevando en la casa. Decirle al confinado que le hable también de la rutina que este o esta hace para que el menor vaya viendo que aunque papá o mamá no está cerca, más o menos trabajan las cosas iguales. ‘Me levanté, hice ejercicios, desayuné’. Se pueden promover formas creativas de jugar, como lo es jugar Veo, veo, hacer adivinanzas o algún chiste. Como no hay visitas a la institución por este momento, esa llamada es importante para que la conexión familiar y el apego se mantenga, y sea agradable”, orienta.

Elige vivir sin miedo. Ten claro que los pensamientos y las emociones son decisiones que uno toma. Aunque sientas que el sistema carcelario no tiene empatía con ellos ni la sociedad, entiende que la opinión que tengas no necesariamente tiene que determinar en cómo te vas a sentir. Tienes que tomar decisiones y tratar de aceptar que esto es algo que no podemos controlar y que todos estamos en la misma situación en estos momentos.

“Se necesita elegir vivir sin miedo, pero ¿cómo lo hago? Manteniendo pensamientos como ‘yo decido estar emocionalmente estable’, ‘no tengo miedo’, ‘extraño a mi familiar, pero sé que esto va a pasar’. Es un momento difícil, pero vamos a estar bien. Entender y aceptar que en donde está nuestro familiar, es de la mejor manera posible, aunque uno desconfíe del sistema. De la mejor manera que ellos entienden lo están manejando, según el protocolo”, afirma.

Ser solidarios. Trata de ser solidario con el personal civil y los oficiales correccionales, quienes a su vez tienen familias y tienen que ir a un ambiente que también es cerrado. Todos estamos en riesgo y preocupados.

“Tenemos que ponernos en el lugar de los oficiales y del personal, como también queremos que ellos se pongan en nuestro lugar como familiares. Eso nos lleva a respetar un poco los procesos, a la vez que nos mantenemos positivos y le hacemos caso a lasemociones. Si se entiende que ya está demasiado fuera de control, hay que buscar ayuda. Hay muchos profesionales haciendo telemedicina y está la línea de emergencia”, recalca.

Emociones que pueden estar experimentando los confinados ante la situación actual

Además de tristeza, se entiende que hay miedo y emociones básicas en este proceso. Por lo general, el confinado puede experimentar que a sus familiares les ocurra algo y él o ella no esté cerca, por lo que Sáez Colón enfatiza en transformar los pensamientos para mantener una estabilidad psicoemocional.

“Por ejemplo, tengo la capacidad de manejar esta situación, me enfoco en el momento presente, tengo control de mí para tratar de combatir ese miedo, que es real. Hay un potencial de riesgo, pero como no quiero estar todo el día con ansiedad, hay que comenzar a manejarlo”, resalta la psicóloga clínica.

Asimismo, sienten frustración por no tener control en la interrupción de las rutinas, entre ellas las visitas de los familiares. Ante el coraje que experimentan, sugiere dirigir las emociones a no tomar personal el proceso y de que no son maneras injustas, sino que es una situación de emergencia y todo el mundo está tratando de hacer lo mejor que puede.

Otros de los sentimientos es la ambivalencia, pues aunque pueda sentirse seguro, a la vez se preocupa de que no está en casa su familia, por lo que la doctora exhorta en trabajar en la interpretación que se le da a los procesos.

Estrategias para el manejo de emociones en casa:

Respirar: Los ejercicios de respiración profunda ayudan a oxigenar el cerebro, así te vas calmando. Cuando no puedes controlar lo que está fuera de ti, necesita entonces conectar contigo.

Utiliza la visualización: enfócate en algún lugar favorito o un recuerdo con ese familiar confinado que te haga feliz y que te transmita paz. Para no descompensarte, piensa en esas memorias positivas. No te sientas mal por lo que sientes. Maneja las emociones. Tal vez te funciona leer, escuchar música o meterte a bañar.

Enfócate en la gratitud: agradece que, dentro de todo, puedes escribirle al familiar, porque el correo sigue funcionando, y que puedes tener llamadas. Trata de enfocarte en lo positivo de esto.

Busca en tu inventario de alternativas: Piensa y pon en práctica aquello que te ha funcionado en otras circunstancias de emergencias sobre lo que hacías para sentirte mejor. Practícalo en la casa otra vez en lo que este momento pasa. Esto va a pasar, tenlo presente.