Especialista aconseja ante la incertidumbre para aquellos que esperan por su graduación

Se trata de una meta para la que el o la estudiante ha estado trabajando por mucho tiempo, y la posible posposición o cancelación ante la pandemia de coronavirus tendrá efectos emocionales que hay que atender

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Incertidumbre y frustración son algunas de las emociones que experimentan aquellos estudiantes que tienen como meta graduarse en los próximos meses. ¿Se dará el evento de la graduación? ¿Se pospondrá? ¿Me podré despedir formalmente de mi alma máter? ¿Podré lograr mi grado académico y seguir con mis planes? Son algunas de tantas interrogantes.

Cuando una persona tiene una expectativa de cumplir una tarea, un propósito o una meta y esta se pospone de manera temporal o definitivamente, por lo general, la respuesta emocional que genera es la frustración. Ese proceso psicológico es lo primero que puede estar surgiendo en muchas personas a raíz de la pandemia por el COVID-19 y las consecuencias que ha traído, así lo explica el psicólogo de la salud, el doctor Julio Santana.

La complejidad no es meramente el acto de graduarse, sino las diferentes expectativas que tiene la persona que se va a graduar vinculadas con la planificación económica, familiar y laboral, que por lo general tienen la mayoría de los estudiantes universitarios como parte de su plan académico y sus metas.

De pronto se posterga la graduación, lo que implica un proceso de frustración, incertidumbre y desorganización de las metas y propósitos relacionados con las diferentes esferas de la vida. Si tengo esa planificación y tengo que posponerla, me afecta social y económicamente. Se puede generar también malestar, coraje y hasta desesperanza, pues muchos de los planes están relacionados con el cumplimiento de esa meta y de esa expectativa que implicaba la graduación”, indica el psicólogo, quien además es rector de la Universidad Carlos Albizu.

De acuerdo con Santana, muchas personas para estudiar hacen inversiones gigantescas personales, familiares, con las relaciones de pareja, económica y laborales. “Hay personas que dijeron, entré en mi quinto año y en mi disertación, pedí un permiso en mi trabajo para que me dejaran terminar y me reincorporo cuando ya termine la graduación, que es en el año que planifiqué. Eso es un tipo de planificación que hacen las personas y lo que está ocurriendo les genera incertidumbre”, añade.

Entre los elementos que afectan la situación actual para aquellos que tienen planificado graduarse es la que está relacionado con la inversión económica. “Personas que trabajan en una tienda, supermercado o cualquier otra empresa, ganan un salario conforme la preparación académica. Cuando esa persona obtiene su grado, se supone que adquiera un nivel de ingreso superior. Entonces la planificación de la graduación es importante porque está relacionada a un nivel de inversión de dinero y a un nivel de recuperación de esa inversión”, señala Santana.

Por otra parte, el psicólogo resalta el elemento relacionado con la planificación familiar. Se trata de aquellos estudiantes que están esperando graduarse para luego casarse, comprar una propiedad o tener hijos o hijas, y otros que están decidiendo mudarse del país.

Otro aspecto que señala Santana es el laboral, que de no tener ese grado académico no puede tener acceso a un puesto o posición dentro de una empresa, una oportunidad que pudiera perder o tiene que esperar. “Con ese diploma voy a mejorar lo que le llaman la movilidad social, que es un elemento que está relacionado con mi graduación. Si logro un grado académico y puedo optar por este puesto en esta empresa, voy a tener una movilidad social-económica relacionada con graduarme en el tiempo que tenía planificado”, indica.

La graduación como elemento emocional

Poder tener el acto de la graduación en el tiempo establecido, asegura Santana, conlleva unas expectativas emocionales, psicológicas y sociales para los estudiantes de escuela superior y de universidades, por lo que no debe tomarse como algo fútil. Conocido en todas las culturas del mundo, poder graduarse y poder escalar en una meta académica que te pueda posicionar mejor socialmente y ayudar a tu familia para vivir en mejores condiciones “tiene una fuerza extraordinaria que no es un elemento superficial”.

El compromiso que tiene la gente con cumplir con la sociedad, su familia y consigo mismo, de demostrase a sí mismo que podían lograrlo es muy grande y tiene un valor emocional, psicológico, social, familiar y moral extraordinario. Poder hacerlo crea un sentido de realización, logro, liberación, afirmación social y de clase, que perdura para el resto de la vida. No se trata del simple momento en que le den el título o en el que adquirieron un nuevo nivel académico profesional, sino de acciones y decisiones que cuando se cumple esa meta, la vida de mucha gente cambia para siempre”, puntualizó.

El psicólogo de la salud ofrece recomendaciones a las instituciones universitarias:

Luchar por hacer y esforzarse el máximo para que sus estudiantes puedan cumplir sus metas, y lograr que en sus recintos puedan hacerse profesionales, hombres y mujeres de bien; para que al cumplir las metas y sus planes transformen la vida de sus familias, sus vidas personales y la vida de las sociedades.

Proveer flexibilidad para los estudiantes y en la logística de los planes de estudio, de manera que se les permita cumplir con los requisitos para poder graduarse y a la vez crear mecanismos donde soliciten la graduación, aunque sea la última semana de que este evento ocurra.

Que pueda haber una posposición de ese periodo de graduación en un tiempo que sea razonable, de acuerdo con las circunstancias. Por ejemplo, si la graduación está pautada para mayo, posponerla para agosto, septiembre u octubre y no una fecha muy lejana.

Comunicación clara, directa y transparente que se le pueda dar a los estudiantes para evitar la incertidumbre en ellos. Si en las universidades y en las escuelas o colegios no informan con frecuencia cuál es el status de sus planificaciones con respecto al semestre actual o el próximo semestre, va a aumentar la angustia y las preocupaciones de los estudiantes. Comunicar sobre la realidad, las oportunidades y los retos que implican graduarse en este año.

Consejos a los estudiantes y las familias

-Hacer proceso de reflexión, análisis y ajustes a la realidad de esta circunstancia.

-Estar consciente de que se trata de una circunstancia extraordinaria en donde la situación moral, económica y educativa va a tener un nivel de impacto y que los planes del mundo entero cambiaron.

– Ver la situación actual y que el mundo no va a seguir exactamente igual a como estaba, pero que dentro de todo lo que está ocurriendo también están surgiendo cosas positivas

– Aunque es probable que oportunidades de empleo que estaban presentes ahora, se vean desaparecidas, surgirán mejores oportunidades para ciertos grupos de personas que están esperando en graduarse.

-Enfocarse en que esta situación está generando ideas creativas más vinculadas y basadas en la solidaridad, y que está sacando lo mejor de la sociedad en medio de la crisis.

-Aprovecha las circunstancias para comunicarte más con tu familia.