El abuso sexual infanto-juvenil es una crisis de salud pública que merece acción y atención urgente. En Estados Unidos se reportan sobre 60,000 casos de abuso sexual al año y en la actualidad existen sobre 42 millones de sobrevivientes de abuso sexual en ese país. En el 90% de estos casos, la víctima fue abusada por un familiar o un conocido de la familia en su niñez.
Según las estadísticas, de los estudios que se han realizado, los niños varones son mucho menos propensos (48 %) a decirle a alguien que habían sido abusados. No obstante, solo el 29 % de las niñas permanecieron en silencio. Los niños que habían sido abusados sexualmente tenían más probabilidades de escapar de sus sentimientos sobre el abuso a través de las drogas, el alcohol o las conductas de riesgo. Los expertos en el tema han expresado que debido a que el abuso sexual a menudo se mantiene en secreto, es difícil saber cuán precisas podrían ser estas cifras.
Por otro lado, la gran mayoría de las víctimas no revelan su abuso hasta la edad adulta. Las organizaciones que trabajan con sobrevivientes de abuso sexual han destacado el hecho de que las estadísticas pueden ser mucho más alta de lo que pensamos. Las estimaciones de quienes han investigado sobre los y las sobrevivientes de abuso sexual estiman que 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres fueron abusados sexualmente o han recibido acercamientos sexualmente abusivos antes de los 18 años.
Desde que nacemos nos dicen como actuar, vestir y pensar. A los niños se les comenta que deben ser unos “hombres verdaderos”. Históricamente la idea del poder, del control, de la insensibilidad y de la fuerza ha estado unida a la figura masculina y a la heteronormatividad. Se nos ha dicho que siempre debemos estar “dispuestos sexualmente”, que “debemos ejercer dominio sobre las mujeres y otros hombres considerados débiles”, que “usar la violencia regularmente no está mal visto” y que “es nuestra obligación ser los proveedores económicos de la familia”. ¿Qué sucede cuando un hombre no cabe dentro del molde que le hicieron antes de nacer? ¿Cómo se siente? Esta forma de pensar ha afectado a la figura masculina a través de la historia, tanto como a la femenina.
Sentimientos de vergüenza, coraje y baja autoestima están ligados a la victimización de un varón. Por esta y otras razones es que las estadísticas de reportes de abuso sexual en niños varones son menores a las de las niñas. Un estudio reciente con una muestra de hombres encontró que el abuso sexual en la niñez contribuyó más a las dificultades en la edad adulta en comparación con otras formas de abuso y maltrato infantil. Esto brindó mayores probabilidades de desarrollar trastornos mentales y mayores tasas de intentos de suicidio en comparación con los hombres con antecedentes de maltrato infantil sin abuso sexual. Es menos probable que los niños víctimas de violencia sexual busquen ayuda o servicios. Por lo tanto, es posible que los niños con graves problemas de delincuencia terminen en el sistema de justicia y en los centros juveniles, pero los profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, fiscales, jueces, policías) pueden desconocer su historial de abuso sexual.
¿Qué hacer?
- Si su hijo le revela el haber vivido una experiencia sexualmente victimizante, puede ayudarlo simplemente escuchándolo. Luego, inmediatamente a que ocurra la revelación del abuso, deberá notificar a la policía y los servicios de protección infantil (ver los números de teléfono abajo).
- Las víctimas a veces se culpan a sí mismas por el abuso y experimentan sentimientos de culpa por contarlo. Asegúrele a su hijo que no es responsable del abuso y que no está enojado con él por denunciar el abuso.
- Hágale saber que podrá recuperarse de la experiencia, tanto física como emocionalmente.
- Debido a que pueden surgir múltiples consecuencias inesperadas por revelar el abuso, las víctimas a menudo se arrepienten de haberlo denunciado. Dígale a su hijo que hizo lo correcto al hablar y que lo apoyará y protegerá durante todo el proceso investigativo.
- Se recomienda fortalecer la autoestima y el apego seguro con una víctima de abuso sexual infanto-juvenil.
¿Qué recursos existen?
- Línea de Orientación del Departamento de la Familia: 787-977-8022
- Línea de Maltrato del Departamento de la Familia: 1-800-981-8333 / 787-749-1333
- Sistema de emergencias 9-1-1
Vídeos que pueden orientarles:
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