La educación sexual tiene como objetivo otorgar conocimientos y herramientas que nos ayudan a tomar decisiones responsables y saludables. También a conocer nuestro cuerpo y cómo funciona en el aspecto sexual, además de saber cómo sentirnos en relación con nuestro género, nuestra identidad y orientación sexual. Del mismo modo, es importante para reconocer situaciones de riesgo y aprender resolverlas con responsabilidad y éxito.
Una situación de riesgo común en la actualidad es el cyberbullying y el sexting. Lo que se escribe y lo que se comparte en algún medio electrónico, como redes sociales o mensajes de texto, se queda, aunque lo borres. Enviar mensajes que molesten o hieran a los demás, o publicar algún contenido para avergonzar o humillar a alguien se llama cyberbullying.
No es apropiado compartir contenido sexual por mensajes del celular o redes sociales aunque creas que lo compartes con alguien de confianza. Este contenido puede irse viral y las consecuencias para ti no serían agradables. El amor sano respeta la privacidad y reconoce que la tecnología coloca en riesgo la intimidad de alguien.
Se estima que entre un 15% a un 27% de jóvenes practican “sexting” y 200,000 niños y adolescentes pierden la vida cada año a consecuencia del bullying y el cyberbullying. Es peligroso formar parte de esto. Se debe fomentar un buen uso de la tecnología y hacer la diferencia positiva en la vida de alguien.
Detén la cadena: no reenvíes, no compartas pero sí reporta lo que lastima a otros en las redes. También cuida de ti, no expongas tu privacidad ni tu intimidad en mensajes por dispositivos móviles.